Soy un simple trovador, más no, uno de probeta,
de los que se creen sabios, cuando se roban el don.
¿Quién no quisiera escribir, como los grandes poetas?,
destilando de la pluma:
los perfumes de las rosas,
la virginal textura, al despertar de la luna,
los flemáticos colores, al sepultarse el ocaso;
a las bellas golondrinas, arropando el aire manso,
a voluptuosos cristales, de las nubes en su llanto,
las caricias del arrollo, cuando lo guardan sus playas,
a la exquisita trigueña; a la que amo en primavera.
¡Pero no!
Esos, se tornan indefensos, a más de ignorantes que son,
y al invento lo convierten:
¡En el plagio…, si señor!,
…y al unísono ya escriben:
Al despertar, la primera
claridad de la mañana
al deslizarse ligera,
jugando en tu cabellera
tal vez me enseñe una cana… (1)
… ojos hay soñadores y profundos
que nos abren lejana perspectivas;
ojos cuyas miradas pensativas
nos llevan a otros cielos o a otros mundos… (2)
….Poeta soy, si es ello ser poeta.
Lontano, absconto, sibilino. Dura
lasca de corindón, vislumbre oscura,
gota abisal de música secreta… (3)
¡Y lo peor,( pensamos), no ha llegado!,
un titulo hay que dar al gran soneto ¡Magistral!,
He aquí el gran dilema, del juglar hecho en probeta,
que para poderlo dar, a otros también hay que robar;
y entre versos, que hacen laberintos, de total oscuridad,
ya se deslizan callados, para no ser descubiertos,
y al primero que ellos vean: lo arrancan;
le echan mano y en “Inspiración” genial,
(con olor fétido a versar):
¡Lo acomodan….: de Titular!
Habrá quien diga:
¡Hermoso, desde el titulo hasta el fin!
Otros dirán: ¡Que genio!, ¿Cómo hará para versar así?,
y nosotros los ingenuos, los que nada de copiar…
atrevidos hemos sido, al delatar al ladrón.
Ya por eso es que me dicen - entre tanta confusión-
que además de delator: soy yo el plagiador...
… Soy un simple trovador, más no, uno de probeta…
Agradezco a los Maestros:
-Manuel Gutiérrez Nájera- Mexicano (1)
-Antonio Gómez Restrepo- Colombiano (2)
-León de Greiff- Colombiano (3)
Por aportar sus maravillosos versos y a quienes hay que reconocer como verdaderos Poetas.
Guillermo Cano Botero