Voy caminando dispacio, total igual voy a llegar,
La vida no tiene apuro, ni se cansa de andar,
En silencio va trepando el humo de cigarro,
Mientras se arriman al fuego sombras de ajuera,
Que vienen y van,
Como pa’ en volverme en los recuerdos,
Sentir en la noche el aroma de su pelo,
Y el sabor de su boca roja como braza, que se incendiaba junto a mis labios,
En gratas noche de silencio, si te habré recostao en mis brazos,
Pa’ decirte mil versos, y mil oraciones de amor,
Cuanta ternura y esperanza derramada sobre tu llanto,
Cuanta ternura sin límite de tiempo, Que sostuvimos en el momento,
Bajo tu mirada hoy siento el consuelo a mi amargura,
No dejes que muera mi ilusión de niño,
Aparécete de nuevo y quítame esta pena,
Hace arder este fuego que llevo dentro,
Pa’ acordarme que sigo siendo humano,
Hace arder este fuego que me quema por dentro,
Y me mata por juera,
No te olvides que una noche juistes consuelo,
Y ahora solo un recuerdo que no pasa más…
Ángel negro