Allá en el ancho mar,
Se ciñe la distancia para poder llegar,
Largas lenguas de tierras se sumergen y vuelven a brotar,
Un frio inmensurable se tiñe de blanco hasta el mar,
Petreles focas y pingüinos recitan su cantar,
Días inagotables y un sol que jamás quiere bajar,
Tierras perdidas en el más allá,
Un aire frio y cortante refleja su personalidad,
Austero es el hombre con osadía que quiere conquistar,
A la madre tierra perdida que se defiende a pura voluntad,
La paz interrumpida por barcos que vienen y van,
Contaminando las aguas y la tierra virgen del mas allá,
El tiempo pasa los hombres se van,
Algunos en pequeñas casas se quedan a vigilar,
Y la madre naturaleza rehace su voluntad,
Más que el frio la noche aparece sin preguntar,
Ya no hay sol que refleje los diamantes del mar,
Y un blanco patio que crese a su voluntad,
El mar se achica y la tierra ya no aparece más…
Ángel negro