En el oscuro amanecer de la nostalgia
mi cuerpo y pensamiento quedaron inertes,
y fue el silencio, único y fiel compañero
amigo inseparable en cada agonía latente…
Ahora, detenida en el portal del Universo,
entre destellos brillantes y sombras
levanto mis alas dormidas
a emprender un vuelo por la vida.
La muda distancia del camino
acompaña la inspiración dormida
y la blanca nube que divisa la aurora
viste de oro la ilusión perdida…
Musa de mis sueños, cóndor de alto vuelo…
en este inmenso cielo, volar casi no puedo…
sal a mi encuentro, seguirte quiero…
abrígame con tus alas; cúbreme de terciopelo.
Tempestad de amor en silencio que seduce
el virginal beso de la alborada…
en medio de extrañas emociones
al ritmo de profundos misterios;
los sentimientos, tristes y confusos,
se enarbolan en el más puro silencio
y baila el corazón, alborotoso y sediento,
ante la entrega de tu pensamiento…
Eres el místico canto que quiebra la voz
en medio de fúnebres penas;
edén cautivo de ilusiones,
sonrisa que ilumina la noche.
Leve suspiro que recorre
con mi alma el Universo;
prodigio de placer eterno ante el despertar
de un corazon palpitante e inquieto.
Ya desfilan en los albores matutinos
los pétalos florecientes de mi corazón
para encontrarse con tu alma inmaculada
en el santuario silencioso de la pasión…
donde esculpes con el brillo de tu mirada
la seductora esperanza de amor
y al depositarme en tus brazos amorosos
sigo deseando que el viento sople a mi favor…