Penumbra misteriosa, caminando hacia la luz
Buscando en el rayo del sol, un lucero
Que la guie por un camino decorado con amor
Y no con maldiciones.
Derramando lágrimas, murmura trastornada mente
“Donde hallare mi felicidad”.
Los pasos casi agudos, sus pies comienzan a debilitarse
Y la esperanza a perecer.
Su felicidad no se haya en las flores, no cae del cielo.
Solo espera refugiarse en una mirada
Que no la recrimine por lo que era, y que la anime
Por lo que será.
Busca en el alba y en el crepúsculo, pero solo
Miradas protervas encuentra en su camino.
Sus cuadras parecen enormes, y sus pies ceñido
De sangre están.
Reza por las noches, y le pide a cada estrella
Que en el cielo se encuentran. Que su esperanza
No se agote, que sus lágrimas no la ahoguen
y que el sol de mañana sea más radiante que el de ayer.
Le pide a cada estrella, que las miradas malévolas
Desaparezcan y que las lengua de aquellos acusadores
Se remuerdan, le pide a cada estrella
Que la felicidad que tanto espera, no tarde en llegar.