Poema Reflexivo
Publicado: Sab Feb 16, 2008 02:30
Respuesta Divina
(Reflexión)
Hoy caminé por las calles
tal vez guiado por inercia
y sin fijarme en detlles
me fui a meter a la iglesia,
por cierto no pedí nada
en mi sencilla labor
tan solo me hinqué y resaba
dándole gracias a Dios.
Alejado me sentí
del poderoso divino
y por eso le pedí
que me ubique en el camino.
Su respuesta no tardó
y ante mi gran impresión
cuatro personas mandó
las puso en televisión.
La primera que salia
con una mirada tierna
casi no se le veía
que le faltaba una pierna.
Acompañada era ella,
esta era la segunda
se le notaba muy bella
y era una sorda profunda.
Otra se suma según
unidas por ciertos lasos
algo tienen en común
porque ella no tiene brazos.
Uno más que sale aquí
asombrado no lo niego
de pronto así me sentí
pues este hombre estaba ciego.
Dios no me ha dicho nada
pero ya le comprendí
si a mi no me falta nada
luego porqué he de sufrir.
De presenciar cosa tal
por poco me da un infarto
soy un liciado mental,
más liciado que los cuatro.
Señor yo ya comprendí
esta grandiosa lección
debo dejar de sufrir
y alegrar me corazón.
José Manuel.
(Reflexión)
Hoy caminé por las calles
tal vez guiado por inercia
y sin fijarme en detlles
me fui a meter a la iglesia,
por cierto no pedí nada
en mi sencilla labor
tan solo me hinqué y resaba
dándole gracias a Dios.
Alejado me sentí
del poderoso divino
y por eso le pedí
que me ubique en el camino.
Su respuesta no tardó
y ante mi gran impresión
cuatro personas mandó
las puso en televisión.
La primera que salia
con una mirada tierna
casi no se le veía
que le faltaba una pierna.
Acompañada era ella,
esta era la segunda
se le notaba muy bella
y era una sorda profunda.
Otra se suma según
unidas por ciertos lasos
algo tienen en común
porque ella no tiene brazos.
Uno más que sale aquí
asombrado no lo niego
de pronto así me sentí
pues este hombre estaba ciego.
Dios no me ha dicho nada
pero ya le comprendí
si a mi no me falta nada
luego porqué he de sufrir.
De presenciar cosa tal
por poco me da un infarto
soy un liciado mental,
más liciado que los cuatro.
Señor yo ya comprendí
esta grandiosa lección
debo dejar de sufrir
y alegrar me corazón.
José Manuel.