Acompáñame a morir..
El invierno de la vida
Recubre con sus nieves eternas,
Los rostros marchitos,
De mis rayos de luz apagados,
por la sombra de un eclipse universal,
que traspasa mi efímero lapso,
e incendia mi templo adusto y árido.
Ven, acompáñame a morir,
despidamos el tiempo,
y huyamos…
Profanando recuerdos,
entregando movimientos.
Como barcos sin puertos,
y con velas al viento,
desgranando versos muertos.-