RELAX
Publicado: Vie Jul 01, 2011 22:19
En la oquedad de una roca
frente al cálido mar,
acomodo mi cuerpo... suspiro
entrecierro los ojos,
y los labios esbozan
una leve sonrisa
de complicidad y placer.
El placentero contacto
de las templadas piedras
-rescoldo del sol dormido-
suaviza mi rebeldía,
y, respirando profundo
inhalo con ansia
el tenue savor de la noche.
Ya se cierne el manto oscuro
que silueta el entorno,
y el crepúsculo nocturno
nos muestra su repertorio
de esas sombras silenciosas
con fantasmas y demonios.
"Es, la mente humana
que, -dando forma a sus miedos-
torna en monstruos de la noche
el paisaje de la mañana".
Es hora de volar
mientras duermen las gaviotas.
El momento de soñar
contemplando las estrellas.
De dejarte acariciar
por la brisa marinera.
De volver a nuestro hogar
donde el amor nos espera.
"Alguien dijo, una vez:
¡Se teme lo que no se conoce!
Más... sé, de muy buena fe
de cosas que son de temer,
por lo bien que se conocen".
F.Marcos
frente al cálido mar,
acomodo mi cuerpo... suspiro
entrecierro los ojos,
y los labios esbozan
una leve sonrisa
de complicidad y placer.
El placentero contacto
de las templadas piedras
-rescoldo del sol dormido-
suaviza mi rebeldía,
y, respirando profundo
inhalo con ansia
el tenue savor de la noche.
Ya se cierne el manto oscuro
que silueta el entorno,
y el crepúsculo nocturno
nos muestra su repertorio
de esas sombras silenciosas
con fantasmas y demonios.
"Es, la mente humana
que, -dando forma a sus miedos-
torna en monstruos de la noche
el paisaje de la mañana".
Es hora de volar
mientras duermen las gaviotas.
El momento de soñar
contemplando las estrellas.
De dejarte acariciar
por la brisa marinera.
De volver a nuestro hogar
donde el amor nos espera.
"Alguien dijo, una vez:
¡Se teme lo que no se conoce!
Más... sé, de muy buena fe
de cosas que son de temer,
por lo bien que se conocen".
F.Marcos