Las tinieblas en la oscuridad
La tempestad aventurera
Y un escolta siempre acuestas.
¡Anciana soberbia guerra!
Calma tus ardorosas pasiones
Y dejad que la batalla,
Sea solo por amores.
Tus glorias pasadas
A costas de pueblos detonados
De centinelas sin memoria
¡Oh, niño velando a su padre!
¡Duelo en el convento de su pecho!
Patria sin color de nacionalismo
Mancha roja por la sangre
Esclavizada que engalana
Las calles empedradas.
Guerra infinita, con hambre
De feroz infierno,
Soltad los rencores encadenados
Y a mis hijos el estruendo
Orlan sus oídos.
Combates con esperanza amarga
La matanza fiera, en un mundo
De rudo empeño por volver a morir.
Brisa de perdigones, clamando:
¡Débiles huérfanos sin labios!
Mas sus velas desmayadas
Son como cobardes fugitivos
¡En la plaza están tendidos!
¡Si, guerra esclava!
Portas aún tu perdida y obligada huella
-jamás bella-
Y un himno sordo
Para corazones sin orejas.
Guerra, no brotes para mis hermanos
Naciones unidas, son sueños de libertad.