TE EXTRAÑO
Cuando rueda el sol por la mañana
al nacer un nuevo día,
y se escucha, en el viento,
ese canto de canario.
Te extraño amor,
te extraño.
Cuando suena un lamento de campanas
y miro,
allá a lo lejos,
entre el humo de las casas,
ese viejo campanario,
por Dios,
¡Cómo te extraño!
Extraño el andar que te mecía,
la sombra del amor en tus pestañas.
Extraño el beso
que dejaba,
mis sueños en tus labios.
Añoro la caricia de tu mano,
la rosa roja
que mi corazón te daba,
cuando al oído,
mi voz enamorada
te decía...
¡Te Amo!, ¡Te Amo!.
Ha pasado un año más,
marcando las páginas del alma,
donde el corazón escribe,
una y otra vez,
¡Te extraño!
¡Te extraño!.
Leonardo Sáenz Baez