Poema=
MI MADRE
Madre: preciada rosa que, con sus espinas, nos enseña la vida con su bendito amor y su profundo dolor.
Sentir quiero tu corazón, mamá.
Poblar quiero tu pensar, ser tu voz.
¿Te sobrecoges? Tanto me amas
que con 23 años me cuidas.
Sentir quiero lo que tú hoy sientes,
la agonía que hoy te embarga.
La preocupación por mi sólo vestir,
mi sólo vivir, el pan a comer.
Ignorante lo soy, sólo te amo.
Me das amor, te doy yo un beso.
Presionas mi cabeza a tu pecho
y, aunque lejos, me dices que estás.
Fuiste guía y farol en lo oscuro.
Tu existencia misma me bastaba.
Verte dormida me consolaba,
mas hoy estás en eterno sueño
del cual, algún día despertarás.
Te fuiste un día y te quedaste.
No está tu cuerpo, sólo tu sombra.
Escucho una voz hoy en mi mente
y la busco por todos los lados
por donde una vez tú anduviste.
Me alegro: me hablas en mi mente,
Tu lección de vida continúa,
en silencio no dejas de hablarme.
Recojo tu verbo y lo proyecto
en lo que creo que es mi camino.
Te quiero en lo alumbrado y oscuro,
en aquel principio y en el final,
en esta vida y la misma muerte.
Soy tu hijo, soy tu niño: soy tú.
Soy tu proyecto y tu resultado.
Soy lo que tú quisiste que fuera,
mas sólo soy un reflejo de ti.
Humildad denotada en tu vida,
sumisión para aquellos azotes,
honestidad para el siempre quehacer,
sencillez en todo tu bello actuar.
Tanto fuiste que no alcanzo hoy a serlo,
sólo imagen de lo enorme que fue
tu existencia bendecida por Dios.
Madre, un poema y una vida.
Una dedicatoria y recuerdo,
un amor y una vida por vivir,
un ejemplo a perpetuar por siempre.
Eres y serás, aún en tu muerte...
Mi Madre.
En honor a la que fue mi maestra en vida, mi abuela María Luisa Ortiz Ortiz. Ella sonríe conmigo: prosigo su obra.
LÁGRIMAS DEL SOL
Derechos de Autor Reservados ©
26 de mayo de 2008
|