BAILANDO EN LA OSCURIDAD II
Bailando en la oscuridad
aletargada, descalza, casi desnuda.
Ciega del alma, danzo entre mis recuerdos,
consiente ,de que, no supe encontrar
mi norte y que en el sur…
Todo era silencio.
¿Dónde estás?
¿En que nido has dejado tu esencia
de hombre; en que labios has saciado
tu sed de besos, de ansias y deseos.
Acaso recorren tu piel otras manos
que no sean las mías… o es que te
cansaste de beber del manantial
que te ofrece mi alma plena de ti?
Por eso bailo en la oscuridad,
y te evoco, te siento…
Y junto a mí, tu silueta se desborda eterna,
me abraza y me subyuga sin medidas.
Y los dos nos perdemos en la vorágine
del sentimiento, dando rienda suelta
a nuestro mejor encuentro.
Pero, todo es un sueño, y de tus manos
solo tengo la tibieza.
Y de tus besos, solo me quedan los aromas.
Y de tu danza, me quedan las sensaciones.
Veo tu silueta que se aleja,
pero no la reconozco, está muy lejos ya.
Se esfuma ante mis ojos
y solitaria me quedo,
observando desde este ventanal
que me aprisiona.
¡Que horrible oscuridad,
me quedé sin mi norte
y el sur… que frío está.!
