Rojos son tus labios como el tinte
del amor que circula en mis venas;
plácidas tus caricias escarlatas
como el pezón de la luna.
Rubia estampa te roban en abril
los campos y te aprisionan a mi mesa
como simiente de la tierra
o cual grano de trigo.
En este paisaje mudo quiero llorar
como si fuese la lluvia,
y regresar la humedad
a tu eterno tallo de novia.
Busco el flavo destello del amanecer
en la primera maravilla del soñar
que eres, tú, amor.
¿Para qué discutir en el púlpito
con actores sin brillo?
Yo quiero a mi amada, de júbilo plena,
vestida ella, con alas de mariposa
y oler su fragancia divina
durante toda la vida.
sin aceptar el martirio de sermones
del mundo, me entrego a la gesta
de conquistar ese corazón
y en el ombligo de nuestro querer
dejar mi fruto.
Veo en el espejo una sonrisa
que me devuelve la sintonía de vivir
y esa imagen es una dama hermosa
que tras el vidrio me guiña el ojo ...
Voy a ser padre por primera vez.