agitaré esta chalina
al son de compás certero
bajo del algarrobero.
Bailaremos tan juntitos
Como bellos clavelitos...
En las horas más cerradas
entre caricias amadas
al soñar con angelitos.
Gala Grosso
Al soñar con angelitos
vuela el alma por el cielo
como si fuera pañuelo
que llama a corazoncitos
a bailar muy pegaditos.
Los claveles y las rosas
entre amor y mariposas,
su polen dan y reciben
ante el amor no se inhiben,
por ser almas amorosas.
Queta
Por ser almas amorosas
Que bailan con alegría
En el bar de la bahía
mientras cantamos sabrosas
sentencias por afanosas
y se vacía la pena
por el aire que nos llena
con el gusto de amistad
será por agilidad
zafarme de la condena.
Gala Grosso
Zafarme de la condena
es lo que me pasa a mí,
cuando al llegar hasta aquí
encuentro un mar y arena
donde se oculta la pena.
Refrescante como el viento
es vivir este momento,
entre plumas de amistad
que nos siguen con bondad,
sin buscar impedimento.
Queta
Sin buscar impedimento
he trazado yo mi pluma
con el alma que me abruma
en grisáceo sentimiento.
Sin pensar en el momento
voy dejando lentamente
la tristeza de mi mente
y mi pobre corazón…
y en mis líneas de expresión
una lágrima es frecuente…
Alito
Una lágrima es frecuente
cuando invade la tristeza
lacerando la corteza
del alma como la mente.
Sucede generalmente
en la vida del asceta,
como también del poeta,
al sentirse alicaído,
por un amor que se ha ido
llorará tras su careta.
Queta
Llorará tras su careta
como Garrick el payaso,
la pena rebalsa el vaso
en alma de hombre o poeta.
No es que exista alguna treta
cuando en corazón la espina
con lágrima cristalina,
lava, sana y engrandece,
el dolor lo fortalece,
aunque llore en cada esquina.
Queta
Aunque llore en cada esquina,
no se calman los dolores
cuando sobran sinsabores;
sino es la flor, lo es la espina.
Y en la ruta peregrina
sólo queda una emoción:
en cada paso y razón
en cada cosa plasmada
dejemos acaudalada
la fuerza del corazón.
alito
La fuerza del corazón,
es el arma más certera
que el sinsabor aligera
cuando vive en desazón.
Se defiende al remezón
que produce el desaliento,
es como tiempo de Adviento
en que la luz y esperanza
le devuelve la confianza
venciendo el abatimiento.
Queta