(Soneto con estrambote)
En tu nombre mujer, siempre en tu nombre
recorrí los caminos de esperanzas.
En tu nombre mujer, bendito nombre,
solo en tu amor hallé las alabanzas,
En tu nombre mujer, tu dulce nombre,
romperé con ardor todas mis lanzas
pues de niño me diste de enseñanzas,
que me hiciera posible ser un hombre.
Tú eres mujer puntal de sociedades,
mi respeto tendrás bien merecido
y todo aquel que sea bien nacido.
bendecirá tus pasos y bondades.
De todas tus virtudes soy ungido
y guiado por tus dulces claridades.
Son grandes tus verdades...
Tú eres fuente de amor inagotable,
eres en la familia indispensable.
©Roberto Santamaría
Collado Villalba-Madrid
13/01/2016