Curación por la actitud
Para que se produzca un crecimiento sano debemos estar dispuestos
aarriesgarnos a cometer algunos errores en el proceso.
Muchas de nuestras soluciones más creativas surgen
cuando tenemos la voluntad de aprender de nuestros errores
y continuar mirando hacia el futuro
con esperanza y optimismo.
Los que incurren en el odio y la violencia, el prejuicio y la discriminación,
generalmente sufren ellos mismos sentimientos de culpa,
debilidad y vulnerabilidad, y se sienten víctimas.
Aunque disfrazan sus sentimientos con palabras y hechos
que los hacen parecer superiores o más fuertes,
el dolor y el sufrimiento están en ellos.
Vivimos en un mundo sin límites en el que los sueños
pueden convertirse en realidad.
Para que esto ocurra,
primero tenemos que soñar y creer en nuestros sueños,
luego esforzarnos por concretarlos
y finalmente permitir que se cumplan.
Cuando empezamos a aceptar
que nuestra verdadera identidad es espiritual,
la consecuencia es que ya no estamos limitados
a nuestro ser físico.
El cuerpo se convierte en un vehículo
para la expresión de nuestra esencia espiritual.
Dejamos de idolatrar nuestro cuerpo,
aunque lo respetamos, amamos y honramos
de maneras que ayudan a mantener la armonía
con todos los aspectos de nuestro ser.
El poder de la mente es ilimitado.
Ese poder se manifiesta en el hecho
de que cuando cambiamos nuestra mente, cambiamos nuestra vida.
Ese poder está siempre a nuestro alcance
en tanto aprendemos a disciplinar nuestra mente
haciendo opciones muy conscientes
respecto de lo que pensamos, decimos y hacemos.
La esencia de nuestro ser es el amor.
Esto significa que nuestra verdadera identidad es espiritual
y que lo que somos es amor.
Es la creencia de que no estamos limitados al cuerpo físico
y que nuestra verdadera identidad, por ser amor,
no tiene forma ni está sujeta al tiempo.
Cuando aceptamos que nuestra verdadera identidad es espiritual,
podemos reconocer que todos estamos interconectados,
que todos somos expresión de la "mente universal",
a la que estamos todos unidos.
Es una realidad en la que no hay separación,
sino únicamente unidad.
En este sistema de creencias,
el cuerpo físico se considera un vehículo para ayudarnos,
cuidarnos y prestarnos servicios unos a otros.
Parte del secreto de envejecer es dedicarse por entero
a encontrar modos de ayudar a otras personas.
Esto implica dejar libre al niño curioso e ingenuo que llevamos dentro. Significa aprender a estar en el presente,
a no quedarse atascado en el pasado ni en el futuro.
Es saber siempre que todos los días tenemos nuevas oportunidades
de ser útiles.
Parte del secreto de vivir plenamente durante toda la vida
es mantener viva nuestra imaginación
y conocer la enorme felicidad que encontramos,
sea cual fuere nuestra edad,
cuando expresamos una gratitud ilimitada
cada segundo de nuestra vida.
Si una persona está en paz todo el tiempo,
pese a las circunstancias caóticas o trágicas de su vida,
existe una fuerte tendencia a juzgar
que no está respondiendo de forma realista a los hechos de la vida.
Tal vez hasta se le acuse de estar haciendo una negación
o enterrando la cabeza en la arena como el avestruz.
La causa definitiva de que tengamos paz o conflictos
viene de nuestro interior,
y como individuos todos podemos hacer algo al respecto.
En mi propia indefensión radica mi seguridad.
La paz es muy simple, y sin embargo hacemos que parezca
sumamente difícil.
No tenemos sino que recordar a diario
que cada vez que le encontremos valor
al hecho de atacarnos a nosotros mismos o a otras personas,
por la causa que sea, perdemos nuestra
paz mental.
Para que se produzca un crecimiento sano debemos estar dispuestos
aarriesgarnos a cometer algunos errores en el proceso.
Muchas de nuestras soluciones más creativas surgen
cuando tenemos la voluntad de aprender de nuestros errores
y continuar mirando hacia el futuro
con esperanza y optimismo.
Los que incurren en el odio y la violencia, el prejuicio y la discriminación,
generalmente sufren ellos mismos sentimientos de culpa,
debilidad y vulnerabilidad, y se sienten víctimas.
Aunque disfrazan sus sentimientos con palabras y hechos
que los hacen parecer superiores o más fuertes,
el dolor y el sufrimiento están en ellos.
Vivimos en un mundo sin límites en el que los sueños
pueden convertirse en realidad.
Para que esto ocurra,
primero tenemos que soñar y creer en nuestros sueños,
luego esforzarnos por concretarlos
y finalmente permitir que se cumplan.
Cuando empezamos a aceptar
que nuestra verdadera identidad es espiritual,
la consecuencia es que ya no estamos limitados
a nuestro ser físico.
El cuerpo se convierte en un vehículo
para la expresión de nuestra esencia espiritual.
Dejamos de idolatrar nuestro cuerpo,
aunque lo respetamos, amamos y honramos
de maneras que ayudan a mantener la armonía
con todos los aspectos de nuestro ser.
El poder de la mente es ilimitado.
Ese poder se manifiesta en el hecho
de que cuando cambiamos nuestra mente, cambiamos nuestra vida.
Ese poder está siempre a nuestro alcance
en tanto aprendemos a disciplinar nuestra mente
haciendo opciones muy conscientes
respecto de lo que pensamos, decimos y hacemos.
La esencia de nuestro ser es el amor.
Esto significa que nuestra verdadera identidad es espiritual
y que lo que somos es amor.
Es la creencia de que no estamos limitados al cuerpo físico
y que nuestra verdadera identidad, por ser amor,
no tiene forma ni está sujeta al tiempo.
Cuando aceptamos que nuestra verdadera identidad es espiritual,
podemos reconocer que todos estamos interconectados,
que todos somos expresión de la "mente universal",
a la que estamos todos unidos.
Es una realidad en la que no hay separación,
sino únicamente unidad.
En este sistema de creencias,
el cuerpo físico se considera un vehículo para ayudarnos,
cuidarnos y prestarnos servicios unos a otros.
Parte del secreto de envejecer es dedicarse por entero
a encontrar modos de ayudar a otras personas.
Esto implica dejar libre al niño curioso e ingenuo que llevamos dentro. Significa aprender a estar en el presente,
a no quedarse atascado en el pasado ni en el futuro.
Es saber siempre que todos los días tenemos nuevas oportunidades
de ser útiles.
Parte del secreto de vivir plenamente durante toda la vida
es mantener viva nuestra imaginación
y conocer la enorme felicidad que encontramos,
sea cual fuere nuestra edad,
cuando expresamos una gratitud ilimitada
cada segundo de nuestra vida.
Si una persona está en paz todo el tiempo,
pese a las circunstancias caóticas o trágicas de su vida,
existe una fuerte tendencia a juzgar
que no está respondiendo de forma realista a los hechos de la vida.
Tal vez hasta se le acuse de estar haciendo una negación
o enterrando la cabeza en la arena como el avestruz.
La causa definitiva de que tengamos paz o conflictos
viene de nuestro interior,
y como individuos todos podemos hacer algo al respecto.
En mi propia indefensión radica mi seguridad.
La paz es muy simple, y sin embargo hacemos que parezca
sumamente difícil.
No tenemos sino que recordar a diario
que cada vez que le encontremos valor
al hecho de atacarnos a nosotros mismos o a otras personas,
por la causa que sea, perdemos nuestra
paz mental.