Los católicos iniciamos éste tiempo
con el miércoles de ceniza,
es el momento de reflexión
y actuación de nuestra vida
sobre su sentido, su misión, su destino.
Se trata entonces de la conversión,
o adecuación de nuestro ser,
para existir y actuar como el mismo Jesús,
gastando nuestra vida en servicio de los
mas necesitados de fe,
así obtendremos vida feliz, vida plena,
vida eterna, vida con luz.
Es el tiempo de volver una mirada
a nuestra propia existencia,
observar sus deficiencias,
volver a las formas más justas de vida,
más solidarias, mas humanas,
la cuaresma es un llamado
para buscar nuevas formas de ser,
siendo mejores discípulos
de Cristo Resucitado.
Comenzando con la ceniza
y concluyendo con el lucernario,
esa noche de fuego y de luz,
noche santa de Pascua y Resurrección
de mi amado Jesús.