ESTA NOCHE GOBIERNAS EN MI MENTE…
“Te he traído a mis sueños esta noche;
he cerrado los ojos, para tenerte …”
Se dibuja en la noche, la luna llena
y en su blanco desnudo susurra penas…
Mientras sella en un beso frente a su espejo,
es el mar que contempla sin poseerla…
De imposibles se hizo cada misterio
y sentada en su orilla tiendo una prenda
me recuesto formando parte inquietante
del susurro que emiten en sus oleajes…
De repente te acercas robas un beso
la frescura que traes me desconcentra…
En mis labios dibuja tu lengua ardiente
y mi cuerpo responde igual que hoguera…
Y recoges mis manos con una tuya
mientras tu otra inquieta va a recorrerme
y me quitas de a poco cada atadura
que separa mi piel de tus locuras…
En aromas de sal, formas caminos,
en mi carne que tiembla en tus delirios…
Eres dueño total sobre mi cuerpo
que se agita tan solo con cada signo…
Y tu oído se posa sobre mi pecho
escuchando latidos que te suplican
que confisques de mí lo que desees
en el roce que enciende cada mejilla…
y reposas tu cuerpo sobre el mío,
vas soltando mis manos sin más motivo
que sentirlas en ti como cascada
que se abrazan trayéndote con alboradas…
Es tan suave la entrega a la que llevas,
somos uno vibrando con cada queja…
El oleaje detiene su sinfonía
para oír a la nuestra latir con prisas…
Y posees mi cuerpo… también mi alma…
Somos braza encendida en un abismo…
Es posible volar sin tener alas,
es posible morir y sentir vida…
he cerrado los ojos, para tenerte …”
Se dibuja en la noche, la luna llena
y en su blanco desnudo susurra penas…
Mientras sella en un beso frente a su espejo,
es el mar que contempla sin poseerla…
De imposibles se hizo cada misterio
y sentada en su orilla tiendo una prenda
me recuesto formando parte inquietante
del susurro que emiten en sus oleajes…
De repente te acercas robas un beso
la frescura que traes me desconcentra…
En mis labios dibuja tu lengua ardiente
y mi cuerpo responde igual que hoguera…
Y recoges mis manos con una tuya
mientras tu otra inquieta va a recorrerme
y me quitas de a poco cada atadura
que separa mi piel de tus locuras…
En aromas de sal, formas caminos,
en mi carne que tiembla en tus delirios…
Eres dueño total sobre mi cuerpo
que se agita tan solo con cada signo…
Y tu oído se posa sobre mi pecho
escuchando latidos que te suplican
que confisques de mí lo que desees
en el roce que enciende cada mejilla…
y reposas tu cuerpo sobre el mío,
vas soltando mis manos sin más motivo
que sentirlas en ti como cascada
que se abrazan trayéndote con alboradas…
Es tan suave la entrega a la que llevas,
somos uno vibrando con cada queja…
El oleaje detiene su sinfonía
para oír a la nuestra latir con prisas…
Y posees mi cuerpo… también mi alma…
Somos braza encendida en un abismo…
Es posible volar sin tener alas,
es posible morir y sentir vida…
