Que noche la de anoche como me hiciste extasiar,
Ahora lo recuerdo que placer fue el solo hablar,
Comenzamos ceremoniosamente,
Con palabras que van mas allá,
Con el ritmo caliente que solo se nota al amar,
Te entregaste en un mar de palabras,
Que a mi sangre hacia calentar,
Fue creciendo el fuego ardiente y salvaje,
Todo se torno nubes sentimientos besos y armonía,
Se calentó la noche y el placer gemía,
Recorrimos cada uno de nuestros instintos,
Bebimos de nuestras mieles,
En un momento mi ser se perdió,
En un memento te vi sobre mis piernas,
Yo duro como roca, tu tibia como sol de la mañana,
Se encendió nueva mente el fuego,
Galopamos salvajes sin ver nada,
Consumimos las pasiones hasta llegar la madrugada,
Tus pechos lujuriosos eran lunas en mi mirada,
Ansi entre suspiros gemidos y miradas,
Mojados hasta las entrañas dormimos placentero,
Que noche la de anoche,
Quiero volver a vivirla,
En sueños de la nueva alborada…
Ángel negro