con besos exorbitantes llenos de pasión
jugar con tus rincones mágicos de miel
y saborear tus encantos henchidos de ilusión.
Darte mil caricias,
trepar a tu balcón tu agitación
entregándote ese amor que nace de mi corazón
descender por tus escalas sumidas de deseo
por los peldaños de tu ser amante placentero.
Tal si fuera el tiempo elevándonos espaciosamente
feneciendo nuestros cuerpos sin rondar lo suficiente
recorrerte dócilmente con mis labios apaciblemente
y por los valles de mi mente.
Quiero amarte eternamente.