Inservible
Publicado: Mar Feb 04, 2014 08:36
¿De qué sirve?
Que la mente ha desterrado tus memorias y suprimido el rastro de tus pasos, si en mis venas corre aún indiluible la cruel toxina de tu perfecto aroma, la rabia frustrante de tus piernas cerradas, la malicia irresponsable de tu rancia inocencia y mis ansias como fósil que atestigua la eterna desdicha que tu ausencia me causa.
¿De qué sirve?
Que mil voces testifiquen lo fatal de mi esperanza sin nombre, el supuesto valor del tiempo consonando con la parte roma de la existencia, el precio de despreciar lo precioso, lo faltante, lo sobrante, la avaricia, la necesidad, el deseo del vicario y el cruel autojuicio, si cuando miro el pináculo de mis más sinceros apetitos y la manchada blancura de mi lienzo de vida, cuando avizoro el futuro lleno de fantasías adolescentes, nunca te has ido…y nunca has venido.
Porque el tuyo es un amor que me llevaré a la tumba, curte, duele de frio y hace supurar ardores gastados, me lleva al cielo con insoportable vértigo, un amor que orgulloso no mitiga el dolor de mis rutinarias caídas. No cicatriza heridas (ni las por el causadas), subyuga sin propósito ni tiempo, ni presencia, ni ausencia, es el amor más presente, intangible, imaginario…inevitable como el correr del tiempo.
¿De qué sirve?
Aferrarme al camino del que hace siglos tus huellas se borraron, a respirar aires nuevos descargados de tu esencia, si todavía tus ojos iluminan mis sueños y pesadillas, mi exquisita soledad y mis orgasmos fracturados.
Eres mi más ansiado presente y mi más improbable futuro, un accidente que hizo vibrar mi pasado, una circunstancia evocada por la más indiferente fantasía de un dios inexperto que nunca encontró final en lo profundo de mi alma.
Que la mente ha desterrado tus memorias y suprimido el rastro de tus pasos, si en mis venas corre aún indiluible la cruel toxina de tu perfecto aroma, la rabia frustrante de tus piernas cerradas, la malicia irresponsable de tu rancia inocencia y mis ansias como fósil que atestigua la eterna desdicha que tu ausencia me causa.
¿De qué sirve?
Que mil voces testifiquen lo fatal de mi esperanza sin nombre, el supuesto valor del tiempo consonando con la parte roma de la existencia, el precio de despreciar lo precioso, lo faltante, lo sobrante, la avaricia, la necesidad, el deseo del vicario y el cruel autojuicio, si cuando miro el pináculo de mis más sinceros apetitos y la manchada blancura de mi lienzo de vida, cuando avizoro el futuro lleno de fantasías adolescentes, nunca te has ido…y nunca has venido.
Porque el tuyo es un amor que me llevaré a la tumba, curte, duele de frio y hace supurar ardores gastados, me lleva al cielo con insoportable vértigo, un amor que orgulloso no mitiga el dolor de mis rutinarias caídas. No cicatriza heridas (ni las por el causadas), subyuga sin propósito ni tiempo, ni presencia, ni ausencia, es el amor más presente, intangible, imaginario…inevitable como el correr del tiempo.
¿De qué sirve?
Aferrarme al camino del que hace siglos tus huellas se borraron, a respirar aires nuevos descargados de tu esencia, si todavía tus ojos iluminan mis sueños y pesadillas, mi exquisita soledad y mis orgasmos fracturados.
Eres mi más ansiado presente y mi más improbable futuro, un accidente que hizo vibrar mi pasado, una circunstancia evocada por la más indiferente fantasía de un dios inexperto que nunca encontró final en lo profundo de mi alma.