Me encanta cuando apareces,
seduciendo mis noches
y tus suspiros acarician,
el contorno de mis sueños.
Mientras entibias mi vientre
con el hechizo de tus ojos,
la brasa del deseo va creciendo
perforando mis antojos
y derramas sobre mi pecho
el caudal de tus pasiones,
justo cuando se abren
los capullos de mis rosas.
Me siento tan vulnerable
cuando avanzas a mi encuentro
y tan solo con rozarme,
me quemas con tu fuego.
Es en ese mismo instante,
cuando la ropa me estorba,
mis prendas van cayendo
hasta desnudar mi piel
para poder vestirme,
solamente con tus manos.
Mis caderas ya te buscan,
jugueteando entre tus piernas
hasta que logro alcanzar,
el éxtasis de tu boca.
Como pasa lenta la noche,
perpetuando este momento
cuando derrames tus mieles,
provocando mil deleites
y nuestras miradas se busquen,
como cómplices de este encuentro,
y nuestros cuerpos expresen
un torrente de placer.
Esmeralda
(Derechos Autor)