Foro de poesía

Casi mujer…
Casi niña…
Flor y florecer…
Fruto y semilla…!
Mi nieta
es el vergel
donde los sueños
de cristal
anidan…!

Mi padre tenía trece años cuando el anterior paso del Cometa Halley, en 1910, conmocionó al mundo con presagios tan agoreros que muchos seres sencillos buscaron en el suicidio una puerta para escapar a los terribles interrogantes inscriptos en el cósmico flagelo. Fue uno entre diez hermanos vestidos...

Los nietos danzan, aves canoras, centrando rondas sobre la nona... En duermevela, la anciana acuna con sabia calma su mecedora... Medio dormida, despierta apenas, sueña que juega a ser abuela...! Y que bandadas de nietos trenzan alegres ruedas en torno de ella...! También la nona del sueño sueña, mi...

Virgencita, escucha ahora esta sentida oración, que es ofrenda y devoción de un hombre que te adora... Vengo a rogarte, Señora, le brindes tu protección al niño que ayer nació en mi rancho de totoras... No pido para él, Patrona, ni riquezas ni ambición...! ¡Tan sólo un buen corazón que lo lleve por ...

Palmera de mi desierto no te dejes engañar por las palabras del viento que anida en el palmar... Porque es un duende travieso que te quiere hechizar con el payé de los versos que murmura al pasar... Mentiras, sólo mentiras, cuenta el viento al caminar, mentiras, sólo mentiras para enseñarte a llorar...

El gorrión y la gorriona son amantes tempraneros que despiertan la mañana con sus juegos primeros...! No precisan de conciertos ni canción apasionada porque les sobra un gorjeo para iniciar la jornada...! Saben que, en este mundo, cumplen la misión sagrada de amarse cada minuto después de la madruga...

Gracias por tus palabras y la ilustración tan acertada que me regalas. Sigo diariamente la compleja situación venezolana, recordando lo difícil que me resultó sobrevivir, como periodista, al règimen militar argentino, que terminó llevándonos a la guerra por Malvinas. Espero que las bravatas de Madur...

El alba, al despertar,
de mil colores se anima
y las montañas y el mar,
con besos dados al pasar
dulcemente ilumina...!

Y cuando alegre se va,
con su carga de primicias,
el sol empieza a reinar
con amarillo brillar
sobre las verdes campiñas...!

Tantas cosas poseía Lucía para mostrar que lo hombres la seguían deseosos de mirar...! Todo en ella se veía, por delante y por detrás, porque en su cuerpo no había nada malo que ocultar...! Tenía los ojos traviesos, labios rojos de coral y, colgándole del pecho, dos collares de cristal...! Bailaba c...

Sin decirlo a nadie,
vistiendo cenizas,
el Otoño triste
está de visita.
Se trajo sus nubes,
sus horas plomizas
y un tesoro de grises
en la prieta valija...
¡Regresó silente,
taimado, sin prisas...!
¡Lo siente la calle,
lo sabe la brisa,
y la desnuda congoja
de la rama inerme
que llora sus hojas...!

Llovizna...
De azogues
y aguas
cubre la tarde
sus horas largas...
El pueblo viste
un mar pizarra
donde naufragan
las casas grises.

Cuando llega esa hora de la anual ofrenda, al tensar la lira, al medir la endecha, no siento nunca a mi madre muerta. Ella está en la entrega inicial de mis siembras, en las cosas nuevas y en las cosas viejas, de forma tan viva, con presencia tan cierta, que me niego siquiera a imaginar su ausencia....

¡Qué frágil, quizás,
pero qué tierno,
fue el signo augural
de nuestro encuentro...!

¡Una nota de cristal
en el silencio
donde se unieron
mis labios y tu aliento...!

Un pajarillo, a beber,
bajó a mi fuente un día...
¡El ave calmó su sed,
pero no sació la mía...!

El pajarillo se fue,
ansioso de lejanías...
¡Me dejó, tras su querer,
sólo una fuente vacía...!

Trabajando, trabajando, día a día, sol a sol, el honrado Don Mariano al final se jubiló...! Trabajando, trabajando, toda la vida pasó, muchos pesos aportando a la caja de previsión...! En el campo, don Mariano, la yugó de agricultor... ¡Tras los bueyes y el arado al patrón enriqueció...! Ahora, viej...

Al pie de la cuna, angel de la guarda, una madre canta su dulce canción... Copia las cadencias del aire y del agua, la fresca fragancia del naranjo en flor... En la noche larga repite bajito los versos benditos que Dios le enseñó...! Duerme tranquilo, duerme mi amor, quieto en tu nido, blanco algodó...

Despertó la rosa,
con su roja llamarada,
mis ansias nostalgiosas
de tu boca. En la magia
de esa hora misteriosa
que dibuja en aromas
y fragancias tu presencia,
¡te busqué en mi alma...!
¡te llamé en la plaza...!
¡Pero ya no estabas...!

Después de treinta años sin vernos, imprevistamente tropecé con Romina. En un bar céntrico, celebramos el encuentro con una ronda de café que nos dio ocasión para refrescar recuerdos y actualizar nuestras respectivas historias. Ella, alta funcionaria gubernativa. Yo, a punto de jubilarme como report...

¡Cuando hemos de encontrar un gallo de cresta altiva que a la hora de mandar no se nos vuelva gallina...! Le voté por ignorancia a un pollo bien pintón que al reñidero saltó prometiendo mil ganancias...! ¡Les juro que su prestancia mi razón encegueció y de inocente que soy le jugué hasta la bombacha...

La madre le canta una nana al hijo que alienta en su entraña... Quedito le habla, bajito lo llama, en silencio lo arrulla con tibias palabras. Historias le cuenta de duendes y hadas, del mundo que espera tendrá su mañana... ¡Con luces y dichas y eternas alboradas...! La madre le canta al hijo que ag...

Dos jueces enaltecidos
por el saber que detentan,
discuten sobre el sentido
de las leyes que manejan...
¡Le ponen puntos al inciso,
comas y tanta enmienda,
que gastan su docto tiempo
en la intrincada contienda...!

¡Sólo se angustia el preso
en el fondo de su celda...!

Desde el fondo de la acera, en rumbo de colisión, se aproxima un bombón como mirando vidrieras. Bella visión que aligera el ojo y el corazón, vestida de relumbrón para una noche fiestera. Me hace corta la espera desnudando su intención… Con palabras de ocasión y unas propuestas certeras la damita se...

Tu eres el mar...
Yo soy la arena.
Vienes, vas,
vuelves, te alejas...
¡Intentas escapar...!
¡Luego regresas...!
¿Cómo harás
para olvidar
mi existencia?

Con mi silbidito
siempre alegre estoy,
silbando bajito
por la vida voy...

Tremolando silbos
me siento gorrión
que canta contento
al salir el sol...

Y al viento amigo
presto la canción
que hice con latidos
de mi corazón...

Quiero que la lleve
hasta tu balcón...!
¡Para que te bese
al salir el sol...

En mi casa vivíamos mi perro, un fantasma y yo. El perro es (o era) pequeño, blanco con manchas marrones, patizambo y de raza indefinida, tirando a foxterry. En cuanto al fantasma, no sé qué catadura tiene (o tenía) porque nunca lo ví. El que lo veía era el perro. Se habían hecho amigos y al anochec...