Mi casa es la tuya mi amiga secreta ERES ASHLY

Foro de Navidad 2008 - 2009. Navidad, amigos invisibles, fin de año, etc.
Responder
Avatar de Usuario
amanecer cautiva
- - -
- - -
Mensajes: 171
Registrado: Jue Dic 27, 2007 04:52
Ubicación: Donde quieras encontrarme.

Mi casa es la tuya mi amiga secreta ERES ASHLY

Mensaje por amanecer cautiva » Jue Dic 11, 2008 11:01



Imagen



Para mi amig@secreto




Imagen

Mi primera vez en el foro y estoy muy contenta que tu seas mi amig@secreto, tratare de regalarte muchas cosas y de mostrarte como es la Navidad para mi, historias y regalos que iré dejando poco a poco

Un abrazo muy grande desde mi Pais




Imagen



AUTOR: Amanecer Cautiva

http://www.shoshan.cl/midi/sms/navidad_ ... istmas.mid[/musica]

Imagen

Diseño Shoshan
Imagen

Avatar de Usuario
amanecer cautiva
- - -
- - -
Mensajes: 171
Registrado: Jue Dic 27, 2007 04:52
Ubicación: Donde quieras encontrarme.

Re: Mi casa es la tuya mi amig@secreto

Mensaje por amanecer cautiva » Vie Dic 12, 2008 13:34

Me encantan los animalitos espero que a ti también, te dejo un vídeo que sera un regalo para ti


[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=0_J7fHpUvNY[/youtube]

Disfruta que es muy bueno

Seguimos con los secretos jjjiji
Imagen

Avatar de Usuario
amanecer cautiva
- - -
- - -
Mensajes: 171
Registrado: Jue Dic 27, 2007 04:52
Ubicación: Donde quieras encontrarme.

Re: Mi casa es la tuya mi amig@secreto

Mensaje por amanecer cautiva » Dom Dic 14, 2008 14:58

Imagen

Otro regalito para mi amig@secreto, no tengo mucho tiempo, pero estos presentes son de todo corazón
nos vemos muy pronto
Un abrazo
Imagen

Avatar de Usuario
amanecer cautiva
- - -
- - -
Mensajes: 171
Registrado: Jue Dic 27, 2007 04:52
Ubicación: Donde quieras encontrarme.

Re: Mi casa es la tuya mi amig@secreto

Mensaje por amanecer cautiva » Lun Dic 15, 2008 17:21

Imagen
"A cada uno de nosotros, Dios concede dones especiales, y sólo le daremos entera alegría si los desarrollamos buscando la perfección. Siempre
más rumbo a Dios, debe ser el lema que nos guíe en la vida. Y muchas son las vías por las cuales podemos alcanzar ese objetivo. Ilustra bien esa variedad de caminos, una leyenda medieval sobre un juglar – bufón que recorría las cortes, cantando, declamando o haciendo malabarismos que en su simplicidad quiso alegrar al Niño Jesús con su arte y sus dones. En Francia es conocido como: “Le jongleur de Notre Dame”


En la pequeña y caliente Sorrento (Italia), ciudad bañada por el Mar Mediterráneo, vivía un joven llamado Giovanni, huérfano de padre y madre. Poco inteligente, pero dotado de muchas habilidades manuales, era capaz de hacer maravillosos malabarismos. Todas las mañanas la multitud iba a la plaza central para verlo en el puesto de frutas del signore Baptista. Allí Giovanni hacía girar por el aire limones, peras, naranjas, manzanas y hasta pepinos. Por sus habilidades, muchas personas compraban las frutas y legumbres del signore Baptista. En recompensa, la esposa del signore le daba un buen plato de sopa caliente.

Cierto día, un grupo de artistas se presentó en el centro de la ciudad. Giovanni asistió a su actuación. ¡Quedó encantado! Pidió al “Señor Maestro” un lugar en el espectáculo, le hizo una demostración de sus malabarismos con las frutas y fue aceptado. Así, dijo adiós a los Baptista y partió a recorrer el mundo. Ya no se presentaba con sus harapos, sino con ropas vistosas y un saco colorido. En cada espectáculo hacía una respetuosa venia al público, desenrollaba un tapete y comenzaba. Primero, palos coloridos y brillantes giraban por los aires. Después venían los platos que equilibraba sobre una vara, haciéndolos girar. Botellas de madera multicolores pasaban por el aire de una mano a otra, como también argollas y antorchas encendidas.

Finalmente, lo que hacía a la multitud vibrar era su arco iris: tiraba a los cielos una bola roja, una color naranja, una amarilla, una verde, una azul y una violeta, hasta que, todas girando, parecía que el arco iris rodaba entre sus manos.

— Y ahora... ¡El sol de los cielos! — gritaba él.
— Sin parar, cogía una bola dorada y brillante y la tiraba más y más alto, cada vez más deprisa... ¡Cómo las multitudes lo aplaudían!

Giovanni se volvió famoso. Se presentó en los palacios de duques y príncipes, recorrió Italia de alto a bajo. Sus ropas pasaron a ser mucho más elegantes.
Cierto día, durante uno de sus viajes, Giovanni se sentó sobre un muro a descansar y admirar el dorado de las piedras golpeadas por el sol poniente; iba a comer algo, cuando dos frailes franciscanos se aproximaron:

— ¿Nos puede dar un poco de su comida buen hombre? — preguntó uno de ellos.
— Por el amor de Dios y con las bendiciones de nuestro Padre Francisco... — completó el otro.
— Siéntense, hombres de Dios, hay para todos. — respondió Giovanni.

Mientras comían, los frailes contaron a Giovanni un poco de su apostolado.

— Para mayor gloria de Dios llevamos alegría a los hombres con el Evangelio de Jesús. Y Ud., como enseña nuestro padre Francisco, llevando felicidad a los pequeños, también da gloria a Dios, pues él nos dice que todas las cosas cantan la gloria de Dios, inclusive Ud. con sus malabarismos.

— Se rió Giovanni en su ignorancia, y se despidió feliz. Por donde andaba, henchía los cielos de arco iris y los aplausos resonaban. Pasaron los años... Giovanni envejeció. Continuó con sus malabarismos, hasta que un día ... ¡dejó caer el “sol de los cielos”, y el arco iris se fue al suelo!

La multitud no perdonó: se burló de aquél que tantas veces le había alegrado los días. Algunos de los asistentes hicieron algo horrible: le tiraron tomates y piedras, y Giovanni huyó para salvar su vida. Desde ese momento no volvió a ver los rostros alegres de los niños que tanto lo consolaban. Iba solo. Para poder comer, fue vendiendo todos sus objetos, restándole apenas el arco iris.
Imagen
De repente, una música lo despertó y alegres voces cantaron: “¡Gloria! ¡Gloria!” ¡La iglesia resplandecía de luz! Frotándose los ojos, no podía creer en lo que veía: ¡Cuánta belleza! En largo cortejo, frailes, monjas y personas de la ciudad, todos bien trajeados, llevaban lindos presentes en las manos. Tapices, banderas y flores adornaban la iglesia de arriba abajo. ¿Quién sería el homenajeado? ¿Un rey? Se irguió Giovanni, para ver mejor: la gente colocaba los regalos delante de
una imagen de la Virgen María con el Niño Jesús en su regazo.

— ¿Qué es esto? — preguntó a quien estaba más próximo.
— ¡Hombre! ¡Es el cumpleaños del Niño Dios!

Maravillado, Giovanni observaba todo con espanto y admiración. Jamás en toda su vida viera cortejo más lindo ni oyera cánticos tan angelicales... Giovanni estaba tan absorto, que no percibió que todos habían partido después de la ceremonia, y, cuando cayó en cuenta, estaba solo delante de la Virgen. Todo se encontraba a oscuras, excepto las brillantes velas que circundaban la imagen. Se aproximó a ella y vio que el Niño Dios, en los brazos de Nuestra Señora, parecía triste, muy triste.

— ¡Oh, Señora — dijo Giovanni — gustaría tener algo para tu “bambino”... parece tan triste, aún en medio de todos estos regalos. Pero, espera... yo solía hacer que los niños sonriesen!

Abrió entonces, su saco colorido, se puso su bello traje, dio unos pasos para atrás, hizo una venia elegante, extendió el tapete y comenzó: primero la bola roja, siguió con la bola naranja, ahora la amarilla, y la verde, y la azul, y la violeta. Lanzaba al aire, para un lado, para otro, hasta que apareció el arco iris
Imagen

¡Y finalmente — gritó Giovanni — el sol de los cielos!

La bola dorada subió, girando, girando, cada vez más alto y alto. Nunca en su vida había hecho tan bien esos malabarismos. ¡Las bolas giraban más y más alto, más y más deprisa! Una estela de colores llenó la iglesia.
Los tonos del arco iris se proyectaron por todas las paredes, arcos, naves y columnas. ¡Era una explosión de colores!

El corazón de Giovanni palpitaba: — ¡Para ti, “dolce bambino”, para ti! — gritaba.

El hermano José se levantaba antes del alba para abrir la iglesia y tocar la campana. Pero esa mañana tuvo una sorpresa: vio a través de los vitrales luces refulgentes dentro del templo. ¡Era como si el sol naciese allá dentro! ¡Primero todo pareció rojizo, después anaranjado, después dorado! Corrió el hermano y abrió las puertas.

— ¡Dios Santo! Un malabarista... — exclamó.
Fue a llamar rápidamente al fraile superior. Regresaron los dos y, estando en la puerta de la iglesia, se dieron cuenta que estaba de nuevo a oscuras. Entraron y tropezaron con el viejo Giovanni, quien había dado todo de sí para alegrar al Niño Jesús y yacía en el suelo... había muerto de cansancio.
El Hermano José se dio vuelta y, boquiabierto, con los ojos bien abiertos, miró hacia la imagen de la Virgen, sólo pudiendo decir:

— ¡Hermano, mire, mire...!

El Niño Jesús sonreía con la bola dorada en las manos.
¿Cómo surgió la piadosa costumbre de hacer pesebres en Navidad? Historia real...

Corría el año de 1223. La nieve cubría con su albo manto la pequeña ciudad de Greccio, en el centro sur de Italia. Las campanas repicaban festivamente, anunciando la noche de Navidad. Todos los habitantes, campesinos en su mayoría, se encontraban reunidos alrededor de San Francisco de Asís, quien intentaba explicarles el misterio del nacimiento del Niño Dios. Ellos escuchaban con respeto, pero... no daban muestras de haber comprendido realmente. ¿Qué hacer?

San Francisco buscó algún modo más didáctico de explicar a los iletrados aldeanos la historia de Navidad. Mandó traer una imagen del Niño Jesús, una cunita, pajas, un buey y un burro. Los asistentes se miran entre sí, sorprendidos, pero salen a buscar todo rápidamente. En poco tiempo, el santo compuso la escena: en el centro, la cuna con las pajas; al fondo, los dos pacíficos animales. Faltaban apenas la imagen del Niño Dios. Con gran devoción, San Francisco la tomó en los brazos, para depositarla en la cuna. ¡Se da entonces el gran prodigio! Ante los ojos maravillados de todos, la imagen toma vida y el niño sonríe para San Francisco. Éste abraza tiernamente al Divino Infante y lo acuesta sobre las
pajas de la cuna, mientras todos se arrodillan en una actitud de adoración. El Niño Dios sonríe una vez más y bendice a aquellos campesinos allí postrados a sus pies.

Pocos instantes después, había sobre las pajas una simple imagen inanimada... pero en el alma de todos permaneció el recuerdo vivo del Niño Jesús. ¡Él les había sonreído! A partir de entonces, el pueblo de Greccio armaba todos los años el “pesebre de San Francisco”, con la cándida esperanza de que el milagro se renovase. No fueron engañadas sus esperanzas.
Aunque la imagen no volvió a tomar vida, la Virgen María le hablaba especialmente al alma en esas ocasiones, con gracias sensibles.

¿Qué gracias? Las gracias propias a la Liturgia de Navidad. ¿Sólo para los aldeanos de Greccio? ¡No!, en todos los pesebres del mundo está presente el Niño Jesús —con María su Madre, y San José— a la espera apenas de que nos acerquemos para, también nosotros, recibir una sonrisa y una bendición.
Es justamente por ese motivo que se esparció por todo el universo católico la costumbre de armar pesebres por ocasión de Navidad. Haga, lector, como los habitantes de Greccio. Arrodíllese piadosamente delante del Niño Jesús en el pesebre y, por interseción de la Santísima Virgen María, pida para Ud. y para todos sus seres queridos esta sonrisa
que comunica felicidad, esa bendición que trasmite paz.
¿Existió Santa Claus? Más temprano o más tarde, todo niño hace esta pregunta. Y los padres pueden responder fácilmente a sus hijos contándoles la bella historia de la vida de San Nicolás.
¡Se aproxima la Navidad! En los centros comerciales frecuentemente, se ve un personaje con traje de colores vivos, despertando la curiosidad general y en los niños, la alegre expectativa de los regalos y las golosinas.
Es Santa Claus, inventado por el caricaturista americano Thomas Nast, en la revista Harper’s Weekly, en 1881.
Muy diferente es la leyenda de San Nicolás, que va de casa en casa, llevando regalos, para los niños piadosos y que se han portado bien. Narrando a los hijos, la bella vida de este gran Santo, los padres despiertan en las almas infantiles, el sentido de lo maravilloso y estimulan la práctica de la virtud. Con la gran ventaja de que, en este caso, la realidad supera la leyenda.

San Nicolás nació en Patara, en Asia Menor, hijo de padres piadosos y muy ricos. Falleció como Obispo de Mira, Turquía en el año 324. Pocos santos gozan de tanta popularidad, y a muy pocos son atribuidos tantos milagros. De él San Juan Damasceno, hace el siguiente elogio “Todo el universo tiene en ti, un rápido auxilio en las aflicciones, un
estimulante en las tristezas, un consuelo en las calamidades, un defensor en las tentaciones, un remedio en las enfermedades”
Nicolás era bastante joven, cuando perdió a sus padres, heredando de ellos una gran fortuna, que le hizo posible practicar la caridad en gran escala.
Un día, conoció a tres jóvenes, que por ser pobres, no encontraban
pretendiente para casarse y el padre pretendía encaminarlas hacia una mala vida. Entonces, Nicolás fue por la noche y tiró dentro del cuarto del hombre, una bolsa con monedas de oro.

Pocos días después, se casaba la hija mayor. Repitió Nicolás el gesto, y poco después se casaba la segunda hija.
En el momento, en que se preparaba para hacerlo por tercera vez, fue descubierto. Saliendo de las sombras donde estaba escondido,
el padre se lanzó a los pies de su benefactor, llorando de arrepentimiento y gratitud.
Desde entonces, no se cansó de pregonar por todas partes los favores recibidos.
En otra ocasión, al embarcarse en un navío, informó al comandante que tendrían una violenta tormenta por el camino.
El viejo lobo de mar, recibió con irónica sonrisa esa previsión
de un simple pasajero. Sin embargo, la tormenta no tardó. Era tan terrible, que todos creyeron que había llegado su fin. Sabiendo que un pasajero había previsto lo que estaba ocurriendo, corrieron hacia
él pidiéndole ayuda. Nicolás imploró a Dios y luego cesó la tormenta, se calmó el mar y el sol apareció resplandeciente.
Se volvió así, el patrono de los marineros, que lo invocan en los
momentos de peligro.
San Buenaventura narra, que en una posada, el dueño había asesinado a dos estudiantes, que se habían apoderado de su dinero.
Horrorizado por ese vil crimen, San Nicolás, resucitó a los jóvenes
y convirtió al asesino.
El día en que fue consagrado Obispo de Mira, recién acabada
la ceremonia, una mujer se lanzó a sus pies, con un niño en sus brazos, suplicando “¡Dale la vida a mi hijito! El se cayó al fuego y tuvo una muerte horrible. ¡Ten piedad de mí, dale la vida!”
Emocionado y compadecido de los dolores de aquella madre, hizo la señal de la cruz sobre el niño, que resucitó en presencia de todos los fieles presentes en la ceremonia de la consagración.
En algunos países de Europa, es costumbre de las personas cambiar
regalos el día de su fiesta, el 6 de Diciembre.

A nosotros, también San Nicolás, no dejará de ayudarnos, en
nuestras necesidades. Pidámosle, pues, no sólo bienes materiales, sino sobretodo grandes dones espirituales. Que él obtenga de la Santísima Virgen y de San José, la gracia de que en esta Navidad, haga nacer en nuestras almas al Niño Jesús —el mayor regalo dado a los hombres—, con el fin de llevarnos a la Patria celestial, para la cual fuimos creados.
Imagen

Avatar de Usuario
amanecer cautiva
- - -
- - -
Mensajes: 171
Registrado: Jue Dic 27, 2007 04:52
Ubicación: Donde quieras encontrarme.

Re: Mi casa es la tuya mi amig@secreto

Mensaje por amanecer cautiva » Dom Dic 21, 2008 22:33

Mi amiguit@ secreta@ te comparto una receta de la abuela que quiero compartir contigo, te cuento:
Esta receta nos la paso mi abuela, quien la recibió de mi bis abuela y así sucesivamente, ha sido pasada de generación en generación. :leyendo:

RECETA PARA LA FELICIDAD:
Los componentes no tienen una medida especifica, entre mas se le ponga, mejor sabor tiene.
Ingredientes:
Paciencia
Tolerancia
Perdón
Sonrisas
Abrazos
Te amos
Alegría
Entusiasmo
Positivismo
Paz
Confianza
Escuchar
Hablar.

Se ponen todos lo ingredientes juntos en un recipiente llamado corazón, se le ponen tantos litros como sea posible de paciencia, se dejan hervir por varias horas y se saca antes que la tolerancia se agote.
Se sirve en raciones sin medidas en recipientes llamados familia y amigos. Se rocía cada una con incontables migas de amor, se sirve todos los días, los 365 días del año, de todos los años a toda hora, para recibir el resultado sin tardanza.
Se guardan los restos en enormes recipientes de “te amos sonrisas y abrazos” y se sirve con confianza en cada palabra, con un poco de positivismo cuando queremos hablar, o cuando vamos a escuchar con una bebida de mucha paz y servimos el perdón a quienes no quieren probar nuestro banquete DE FELICIDAD.

Espero que te guste la receta de la abuela, que aun llevo conmigo y te invito a degustarla en mi humilde mesa. :cena:

Te quiero.
:cartadeamor:
Imagen

Avatar de Usuario
amanecer cautiva
- - -
- - -
Mensajes: 171
Registrado: Jue Dic 27, 2007 04:52
Ubicación: Donde quieras encontrarme.

Re: Mi casa es la tuya mi amiga secreta ERES ASHLY

Mensaje por amanecer cautiva » Mié Dic 24, 2008 05:54

Ahora que ya sabes quien eres mi querida amiga secreta, que ya no eres secreta, pasa adelante, ya la mesa esta servida, mi mesa es pequeña, pero te aseguro que esta llena de amor, te confirmo una vez mas, MI CASA ES LA TUYA.


Para que nos conozcamos un poquito, soy “amanecer cautiva del amor” moderadora de toda mujer es bella. Espero que este sea el inicio de una amistad franca y sincera.

Con amor publico, ya no secreto…yo.
ya te estare visitando en esta nuestra casita.
Última edición por amanecer cautiva el Mié Dic 24, 2008 15:23, editado 1 vez en total.
Imagen

Avatar de Usuario
ashly28
- - - - -
- - - - -
Mensajes: 645
Registrado: Dom Jul 20, 2008 02:18
Ubicación: Perú
Contactar:

Re: Mi casa es la tuya mi amiga secreta ERES ASHLY

Mensaje por ashly28 » Mié Dic 24, 2008 12:22

Muchas gracias amanecer por tus presentes, espero que este espacio sea un comienzo de una linda amistad. Feliz Navidad y que este año nuevo sea mejor que el anterior, saludos con cariño.

Ashly

Imagen
Imagen
Nunca olvidas a la persona amada solo aprendes a vivir sin el..

Responder

Volver a “Foro de Navidad 2008-2009”