Poema=
AMIGA MIA, HERMANA MIA:

Cuanto hay que quisiera decirte, pero como lo dije una vez; muchas veces la boca calla lo que el corazón quiere decir, sin embargo sabemos que el día empieza agitado, con nuestra agenda mental cargada de sueños que debemos dejar salir.
Hace un tiempo, no muy largo por cierto, cuando te conocí a través de tus letras, cuando pude palpar tu alma, le rogué a DIOS, que en su infinita bondad, me permitiera conocer a alguien como tu, limpia de sentimientos y franca en su palabra.
Le rogué a DIOS que me diera un momento para el resto de mi vida, le pedí al viento que te dijera por mí, que estoy contigo, que estaré contigo, esa noche, por esos misteriosos momentos, el milagro se hizo, y me sentí como una ladrona, sentí en ese momento que le había robado una estrella al cielo.
Muchas veces, y eso tu lo sabes, somos catedráticas de la vida, impartimos lecciones que aprendidas o no, practicadas o no las sabemos y nos sentimos satisfechas de impartirlas, nos olvidamos de ser nuestra propia voz, nos olvidamos, que como todo humano, somos vulnerables al dolor.
Sabemos que cuando la frase poética se escapa de nuestros labios, va directa a hacer nido en algún pecho adolorido y nos olvidamos de nuestro propio dolor, nos negamos a sí mismas, el derecho de llorar, de ser débiles, porque es mas importante, transmitir, el amor, la fuerza, el valor, para enfrentar las cosas de la vida.
Es difícil aceptar, o por lo menos demostrar cuan débiles somos, es difícil aceptar que también nosotras conocemos el dolor, la impotencia, que necesitamos de alguien o de algo para poder liberar estos sentimientos, que de no ser así, se quedan escondidos, como la fiera al acecho de su presa.
Sabemos que no somos nadie, que no soy nada para cuestionar, y condenar actos ajenos, por eso solo por eso, es que perdonamos y muchas veces disculpamos al traicionero, a aquel que conciente o inconscientemente, nos ha golpeado en donde los sentimientos son mas débiles, nos golpean nuestra fe, nuestra confianza nuestro amor propio.
¿Sabes?
He visto muchas veces a muchos de mis pacientes, estar condenados a morir, sin embargo con tantas ganas de vivir, hombres jóvenes, condenados a morir, a lo mejor sin tiempo de cumplir una misión encomendada, a lo mejor se van para no darle tiempo a lastimar y/o herir a otras personas, es cuando me convenzo una vez mas que no somos nadie, para pretender no haber sentido rabia ante la traición del hombre, ese ser que se le olvida, que DIOS lo puso en este mundo para trascender en la procreación, para trascender en los ejemplos de amor y fidelidad, se le olvida que EL, lo hizo a su imagen y semejanza “DIOS y hombre verdadero”
Pero no para hacer mal uso de eso, sino para seguir el ejemplo de amor, y tolerancia, hacia la mujer que le fue dada por compañera y no para abandonarla a su suerte, pero por amor, ella si se sostiene y muy a pesar de todo, sobrevive, y vive en un mundo reducido a la resignación de lo que no podemos cambiar.
Unos años mas tarde, te conozco a ti, que llegas como agua bendita a mi vida.
Amiga de mi alma, hermana de mi corazón, ya este teclado no aguanta mas , las lagrimas que salen en torrente, mientras escribo, pero al igual que las tuyas, no son de dolor, son de gozo, de un gozo que no puedo expresar en palabras, mis lagrimas en esta ocasión son de agradecimiento, por ti, por estar en mi vida, porque se que allí “desde tu rincón” estarás para mi, porque sabes que “hoy estoy, mañana estaré y mientras Dios me lo permita, seguiré estando” y por darme la oportunidad de seguir trabajando juntas, de seguir dibujando los perímetros entre lo sutil y lo contundente y seguir dando la sonrisa que sale del corazón, a impartir el amor, a todo lo ancho y lo largo de los continentes que necesitan de ti, y en una micra parte de mí,
DIOS JEHOVA te bendiga hoy y siempre.
Con una profunda reverencia de respeto a tu amistad.
Amanecer cautiva del amor (Dulce)
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