
Si no te quieres salvar
nadie podrá hacerlo.
Si no te quieres
no puedes querer.
Si no te valoras
nadie te valorará.
Si no te respetas
no podrás respetar.
Si solo quieres hacerte
daño, dañarás.
Si no te fortaleces
nadie podrá fortalecerte.
Si tu alma la sientes
perdida, nadie te la encontrará.
Solo tu puedes encontrarte.
Para encontrarte tienes
que vivir de frente a la vida,
sin hacerte trampas.
La fragilidad va
matando poco a poco
todo lo hermoso
que hay en ti
y que no quieres verlo.
Con el tiempo pierdes la cordura
al no aceptar la triste
realidad elegida.
Ahogas tu dolor,
te vuelves adicto a él.
De nada sirve tenerte
compasión, amarte,
estar a tu lado día a día
por no dejarte ayudar.
Estas ciego
por tu adicción al dolor.
Si no te quieres salvar
quedarás inmóvil
a la orilla del camino que has elegido.
Grises Vidales.