El sol se escondió ayer entre las nubes,
fueron sus rayos a recibirte, estoy segura.
El cielo abrió sus brazos a tu alma,
y sucedió que el mundo se llenó de ternura.
Y hoy... hoy suspiramos aquí abajo,
quienes fuimos y somos algo de tu lectura,
de aquellos versos llenos de espumas,
de aquella prosa salpicadas de magia.
Y mis lágrimas se vierten en poesía,
porque tu mirada así lo requiere.
Mi corazón abnegado se engrandece,
se debate entre la alegría y la agonía.
Quiero despedirte con una sonrisa,
como anoche cuando sentí las estrellas,
acompañadas a tu eterna brisa...
cada estrella fue un verso tuyo,
anoche eran estrellas de poesía.[/size]