no puedo soportar la calma chicha
que origina tu ausencia:
falta el aire en el alma, falta vida,
y cristales de hielo lacerantes
sustituyen la sangre en mis arterias.
No puedo soportar esa añoranza
que altera mis entrañas si no estás.
Eres parte integrante de mi ser
y con solo sentir
tu aura y tu perfume en el ambiente,
la alegre sinfonía de tu voz,
mi alma se serena,
me rebosa la vida por los poros
y me siento feliz.
Mas mísero de mí, si te has marchado
tu ausencia yo no puedo tolerar,
y siento que me muero mansamente
de nostalgia, tristeza y desaliento.
No me abandones nunca,
amor …
… No me abandones.
Cualquier día, en cualquier lugar.
(Del poemario "Veinte poemas de amor y una canción esperanzada)