¡Ay! Qué tristeza tengo en el alma
se me cae el corazón a trozos,
me siento tan cansada.
No puedo pensar, no tengo ganas
mis lágrimas firman en mi rostro,
mi pena más guardada.
Mi pecho siente el ahogo del nada
caigo en el vacío de un pozo,
sin mi ángel de la guarda.
Cada día será una batalla
que me envolverá en ese dolor,
que me nubla el mañana.
Y no puedo, me siento aterrada
de no ver una luz en el fondo
de mi aquejada casa.
La inocencia que en ella habitaba
ha llegado aún eterno foso,
entre lágrimas blancas.
Que recorren por todo mi cuerpo
la esperanza del que todo calla,
al contar un recuerdo.
En boca del que no sabe ni habla
por ser un niño inocente, solo
en manos de la araña.
Que desguaza sus tiernas palabras
sacando el contexto de su todo,
sin pensar en la causa.
Pero creando un dolor en mi alma
que me apena y me embarga,
y me lleva y me abrasa
sin dar tregua a mi corazón,
que espera acabe mañana.
Y aún así tengo la esperanza
de que todo fuese un mal sueño
al despertarme al alba.
es bueno sacar las penas de vez en cuando aunque esta vez a su musa no le fué del todo bien.excelente pasar por sus letras Amiga linda besitos