Dos palabras que ahora escribo
y con alegría vuelvo y pronuncio,
son la raíz marca de un amor
sin tiempo ni espacio,
de un sentimiento frágil en el aire,
pero el soporte de dos almas,
de dos seres en la distancia,
que sólo tienen la certeza
de amarse profundamente,
cuando solo tienen momentos
que la vida les regala,
a través de palabras tiernas
e imágenes que pronto se desvanecen,
sonidos de unos besos añorados
por unos labios que no se han tocado.
Un amor con proyectos sin tiempo,
nuevamente dos palabras: te extraño,
te necesito, te espero,
y una nueva ilusión abordando sus mentes.
Gracias por dejarme amarte,
por regalarme tu sonrisa en el sol,
tu frescura en el agua, tus caricias
y besos en la suave brisa,
tus halagos en el canto de los pájaros,
gracias por abrigarme en tu corazón.
Y vuelvo a pronunciar TE AMO.
