Encaje de celosía,
sueño de la mimbrera,
ventana de romería
luciendo cual pradería,
con nubes de azucarera.
El Sol brilló de alegría,
renació la Primavera,
se tornó la verja fría
en toda una florería,
por amor de una romera
Y todo se hizo poesía,
sucedió mientras dormía.
Cansado de su armería,
un guerrero entra en escena,
descabalgando un buen día
se prendó de melodía
en cuerpo de rosas plena.
Henchido en galantería,
prendado de su morena,
inventa la fantasía
y crea una sinfonía
por un amor de azucena.
Y todo se hizo poesía,
sucedió mientras dormía.
Por ello la noche bendigo
son sus poemas mis dueños
El manantial fue testigo,
alguien escribió el ensueño.
Y si preguntan les digo:
fue la “Aguadora de Sueños”.
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