Reclama, un pájaro, las migas que la anciana, ya no le echa.
Las cartas, sobre la mesa; el niño, que vuelve a casa.
La madre hace la cama y alisa el pelo, enmarañado, que está,
a su hija, la primogénita. El mayordomo, con un aliño clásico,
se esfuerza por impedir al perro, que lama un hueso del caldo.
La abuela disimula bostezos, y lee, con dificultad, un poema, a viva voz.
Reclama, un pájaro, las migas que la anciana, ya no le echa.
Un campanario emite el cántico de su inspiración.
Las moles revientan, metálicas y de bronce, giganteas, con maromas que tienen
bastante grosor. Y el día se cierne, sobre su pecho,
encima de la esfera azul, sobre el Poniente, y adecuándose al Levante,
con las piernas. Un monstruo fenomenal, respira, con las sirenas,
en el mar azul, escondiéndose, como un pez plano, que se camufla, en la arena.
Toca el violín, la vecina del tercero c, de copas. En el b de bastos, donde vive el ingeniero,
hay una niña rubia y muy alta. También, debajo de ellos, los palestinos.
Recuerdo la ternura de la mahonesa que hacíamos, con huevo y sal, y aceite de girasol.
Las cartas, sobre la mesa; el niño, que vuelve a casa.
Hoy día, conozco nuevos inventos. Puedo hacer zumos de melón y manzana con piel.
¡Más miel! Yogur con cereales de la rana Gustavo de Kellogg.
A veces, me da por merendar varios tropezones de magdalenas, mojadas en leche.
Tierno es el postre individual, servido en bandeja: Aquella tostada se deja hacer.
Aceite de oliva, para calmarle la sequedad. Y el pequeño ratón, que corre,
encima de un cable eléctrico. Ya hay olor a papas asadas... Es la Feria del Corpus Christi.
La Cuaresma dio paso al Carnaval, pero no se estila, por acá, esa fiesta.
Hoy día, conozco nuevos inventos.
Toca el violín, la vecina del tercero c, de copas.
Y el día se cierne, sobre su pecho,
encima de la esfera azul, sobre el Poniente, y adecuándose al Levante,
con las piernas. La madre hace la cama y alisa el pelo, enmarañado, que está,
a su hija, la primogénita.
La abuela disimula bostezos, ¡Más miel!
Yogur con cereales de la rana Gustavo de Kellogg.
Un campanario emite el cántico de su inspiración.
Hoy día, conozco nuevos inventos.
Reclama, un pájaro, las migas que la anciana, ya no le echa.
