Me jui dispacio, yo no sabia lo que era estar enamorao,
Tal vez por ser soñador, esa noche me jui sin despertarla,
Con un verso en la solapa y un clavel en la mano,
Resigne mi entusiasmo de esa noche darle una serenata,
Levante los ojos al cielo y me marche llorando,
Cuantos años han de pasar antes de volverla a ver,
¡Rápido matungo viejo! alza tu tranco al viento,
Que ya no hay pa’ que mirar a tras,
Tuito lo que queríamos ya es olvido,
Mañana solo será un recuerdo,
De una noche enamorada en la que no me atreví,
A decirle cuento la amaba,
Y cuanto me hacia falta.
De atrevido muchas veces me han catalogao,
De hombre a hombre jamás me he retirao de una buena partida,
Pero ante los ojos de la china más bella,
Mi cuero se hiso mella y mi alma un ovillo,
Mi lengua un ñudo en la garganta,
Sin poderle decir cuanto la amaba,
Por eso…
Por eso me jui dispacio, y tal vez nunca llegue a saber,
Que por sus ojos, mis ojos lloraron…
Ángel negro