profunda, feliz, rendida,
en mis manos se queda prendida,
busca oscilante una estrella,
con súplicas de melancolía,
indagando al cielo en la distancia,
teniendo la certeza de oír sinfonías,
sin perder la calma,
sin consumir la lumbre del fuego,
de esa madera vieja que no acaba,
sintiendo los pasos de la vida,
y buscar en las tinieblas las madreselvas,
caracolas de un estanque
y la aventura que me invade.
Descifrar las letras de metáforas,
bordear los contornos orográficos de un mapa,
seguir las líneas de los mares,
y detener los viejos recuerdos,
en las prolijas noches de invierno,
perder el tiempo que quiero,
proyectar contra la pared mi misma sombra,
que ilumina mis cavernas,
con la segura certeza de que esa misma estrella,
me espera en la glorieta,
hilvanando sueños que,
en mi Alma mantener quiero.
BRISEIS (ANNIE)