Mi voy camino de la estancia con hambre de ver al patrón,
La plata no alcanza y los hombro no dan pa’ tanto cinchar,
Pensando en el rancho el ruido de tripas no me deja pensar,
Me acuerdo de los tiempos de antes y veo que nada cambiao.
Grito desbocado del hachero,
Se oye del viento la serenata,
Y el árbol que cae no vuelve a prender,
Hasta que crezcan sus retoños y otro hachero los vuelva a caer.
Cada vez que me vienen los recuerdos,
Soy como ese árbol que cae haciendo mucho ruido,
Volteando en cada gajo la sabia que un día supe tener,
Ansi como el árbol muere, meren los sentidos que estoy tirando de a pie.
La pucha que el ser pobre no te alcanza ni pa’ cigarro,
Ni doblando el lomo de barro en barro el patrón se apiada,
Mientras tanto el gurí llora y llora sin el pan que lo alimente,
Nadie piensa lo mesmo si no le toca doblar el lomo.
Nunca pedimos razones, Pero si te dan consejos,
Pensando que te hacen el sufrimiento mas humano,
Mientras se arriman al fuego,
Pa’ ver que traes dentro.
Mi voy camino de la estancia con hambre de ver al patrón,
Y que me tire un cuerito viejo, pa’ dar de comer a los gurí,
Una de esa se le afloje el cinchón y la mente también,
Y me refregué unos patacones pa’, pa’ poder seguir…
Ángel negro