irradiar cien puntos estrellados,
darte el dulce cántico acostumbrado,
y un cómplice puente agazapado,
irá alrededor del tren de mi destino,
en algún pueblo florecerá tu sonrisa,
que será paciente en tu sinuosa boca.
cruzaré los juncos, subiré montañas,
recorreré las calles,
envuelta en espuma, minucioso el detalle.
Quiero brillar en la certidumbre,
con tiernos suspiros diferentes,
cerraré los ojos en forma irreverente,
tomarás el jazmín oculto en mi pecho,
e iniciaremos el torneado juego,
eternizando el milagro,
con sentimiento de inocencia,
y se teñirá de óleos el alma inquieta,
con rumores de música de violín
y ramajes de luz en los espejos.
Quiero brillar en tu decisión fulgurante,
trazando líneas de recuerdos imprecisos,
me dejaré caer deshilando hilos dorados,
en la primavera escondida,
hasta la madrugada sin prisa,
deslizaré mis manos en tu cuerpo,
me inclinaré a besarte con la miel de mis labios,
y en el aire inquisitivo e indeciso,
un pájaro atisbando en el cielo,
volará sobre el aroma de las camelias blancas,
con la perfecta exactitud... de las pausas.
BRISEIS (ANNIE)