
Ayer fuerón mi bálsamo
y mi sociego,
me hablaban en suspiros
y renacian en versos...
Pero ahora las letras no encuentro,
no hay poesía en mis adentros,
solo un vacío infinito
que degolla el sentimiento.
Hoy con el alma inerte
mis manos sin alas
se resquebrajan, agonizan
añorando el tintero
de las letras y su flama.
Se busca...
el corazón aromado de esperanza
y el verso amado,
elixir redentor
de mi espíritu extraviado
y la fuga inminente
de todos los sentidos.
SE BUSCA...
Kivuli