Un océano entero de sublimes magnolias desbocadas.
Ellas, en el jardín de las caracolas, de las conchas,
Y de los unicornios emperlados.
¡Disimulada vida, templaza corriente de la paridad!
En momentos con voz de reclamo burlador
En otras, decente figuro acogedor.
¡Chimenea ardiente durante el verano!
¿Qué acto de ocultismo presentarás?
Delirio de la dicha
Fábula de la condena
Ficción por un mundo tirano sin los muros.
¡Agridulce vida!
¡¿Cuantas carretas más he de cargar?!
Desventuras ingratas vestido de lidiador
Faenas odiosas infelices temerosas.
Dueño del invierno, casero de mi otoño
¿Y tú? un cacique justiciero.
Galardón por si camino en el verdear del bosque
Castigo por si ando en el hollín de la ciudad
¡Ay, bandida vida ninfa mía!
¿Por qué los ojos tristes por la noche?
¿Por qué las lágrimas de risa de la mañana?
¿Qué soy en tu silencio?
Un gitano mortal más, entre la luz y las tinieblas.
Manjares para unos, pobrezas para otros
En el puente de las orlas relativas.
Las horas con sotanas
El tiempo desapasionado redentor,
Y aquella pobre barca tragada por la risueña marea.
Racimos de nieve
Riquezas de cartón
Fantasías desmayadas
Poemas bebiendo ansias bajo aquel faro del rincón.