he querido
escribir una poesía.
Cierro los ojos
y trato de pensar…
nada viene a mi mente,
mas me siento relajada…
abro los ojos y miro hacia la nada...
Siento mi respiración
hacerse mas pausada…
y me doy cuenta
que no es momento de escribir,
sino de disfrutar…
Si, oxigenar el cuerpo,
sentir relajar tensiones,
mente completamente en blanco
y dejarse llevar...
Me gustan estos momentos
donde la nada es un todo...
donde la oscuridad es la luz
y la luz, tranquilidad.
(Oxigeno, algo invisible pero palpante,
regalo de Dios… soplo de vida fascinante...)
Respiro profundamente…
y doy gracias por este día,
el cual
he decidido
comenzar con alegría.
Mas tarde intentaré escribir poesía...
Verónica
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