(Verso blanco, o casi)
♥
En los amaneceres te he buscado y no estabas...
He recorrido calles, aeropuertos,
estaciones de tren,
paradas de autobuses,
conciertos, bibliotecas, restaurantes,
iglesias y mercados...
Y entre las multitudes desbordadas
no he encontrado tu rastro.
♥
Te he buscado también en mis mañanas
por si acaso llegabas con la aurora
cabalgando la brisa perfumada
o en el rocío que beben
las flores del jardín
o en las nubes que rozan mi ventana.
♥
Te he buscado en la estela
que dejan, a su paso, las mujeres
y en ninguna he llegado
a percibir tu aroma
ni he visto tu mirada reflejada en sus ojos...
♥
Te he buscado en mis libros más cercanos,
libretas de poemas,
estantes de recuerdos y de fotografías,
en todas las revistas y periódicos
de las salas de espera.
Ni siquiera los viejos crucigramas
se acuerdan de tu nombre.
♥
Frente al mar te he buscado donde un día
evoqué tu presencia en mágico conjuro.
En la dorada playa donde perdí tu rastro
cuando en la arena dibujé tu nombre
y las olas de espuma lo borraron...
♥
Hasta el agotamiento te he buscado...
♥
Pero nunca te he dado por desaparecida...
Cuando iba a replegar mi corazón,
herido de distancias y silencios
allí estabas, mujer, acurrucada,
impregnándolo todo,
con tu calor de siempre,
con tu luz natural de luna llena
tu aroma y tu sonrisa,
en el centro preciso
donde una primavera te alojé,
en un sueño de magia irrepetible,
un sueño que te sueña cada día.
♥
Reyes