
El crepúsculo se asoma entre la vida y el recuerdo,
marchando silente entre lunas y sombras
se aleja insurrecto de mi infancia, de mi alma.
Crespúsculo, te infiltras en las cuerdas tristes de mi viola,
- compañera de largos caminos sin final-
te detienes en el árbol del pretérito y del asombro.
Tarde cercana opresiva de esta juventud lejana
no se desdibuja tu presencia y no logro cambiarte,
tu cintura, tu cintura se burla de mi añeja inquietud.
Reminiscencias de este cause de lágrimas,
en este intento de mondarte de mi aflicción,
sin lograr comprender la soledad y el pesar.
Nunca sencillo fue verte pasar tan aprisa,
crepúsculo de esta vida que se desvanece en la tarde
y se extiende hacia aquel lugar donde una vez... te vi llegar