PENTAGRAMA

[Kratylos]

Cinco estrellas, dúctil, grupúscula
Constelación cobreada, grácil duermevela.
Candor, lozano, cetrino forfait feliz,
Clemencia sufí, a mi pensar un fórceps;
Cual la tarántula ojos de tizona, ricura.

Del jardín en paraíso perdido, perfume eterno
Vuela por los azules cielos de Vincent etéreos,
Erguida cual excálibur en las tierras del oro,
Solitaria e infinita, a su alma nutre bajo la brizna
Que suave a ella acaricia; templanza de felina,
En los ojos a la eternidad porta como la serpiente
Y su belleza danza en Oriente frente a la realeza
Haciendo gala de su inmortalidad y dejando
Un fresco y azulino río por donde sus invisibles
Pies pasan: es el sagrado tacto de la tierra,
El sublime mensajero del Mar; su alma pertenece
A los océanos, y su espíritu descansa en lo profundo.

De la unipupila del absoluto, eternísima mirada
En dualidad, belleza magnífica de la bóveda en luto,
Nace desde el Siempre la madre de los mil sueños,
El anhelo más hondo desde los senderos ocultos
De Isis, semi-diosa entre los mortales, y sacra diosa
Para los inmortales, lleva en su beso el gran Deseo;
En sus labios porta el sabor eterno del Amor,
Su tacto, fémino y delicado como el sutil volar
De la falena en amor ahíta, siembra la esperanza
Del vasto día. Brilla en los ojos del sol cuando
Llora en las profundidades del lado oculto de la luna;
Corazón estelar, diamante de la infinidad, toda
La sangre de los principios alberga su latir,
Latente de ensueños y recuerdos, melodía condensada
De todos los eternos en el secreto lenguaje del silencio.

Titaneza, la de los edenes azules, filo de orilla de mar
Y brillantez magna del afilado florete de tu mirar,
Guardas en tu radiante pecho la llave de todos los tiempos
Eternos, la sagradísima esperanza última del más último
Mañana, el ocaso del ocaso, el amanecer del amanecer;
Muchacha de piel de féretro, la muerte te sonríe amigable,
Te acompaña de la mano del Destino que te cuida como
El último Dios cuidó a su ángel; guerrera fantástica de añiles
Sueñecitos grandiosos, de terribles pesadillas infernales,
Siempre tiembla el infierno cuando tus ojitos derraman un lago,
Siempre por ti los cisnes cuando aún en el cielo yaces triste,
Princesa azur de los tiempos del óxido, bailan; esta tierra es tuya,
Y como el cangrejito de bronce dejas las mejores huellas
Sobre la arena, los vestigios del dorado: la vastedad,
La venganza y la virtud, luchadores del porvenir tomarán
Orgullosos tu legado, y sembrarán la nueva primavera,
Siempre... siempre a orillas del gran mar y del gran sol.

Titán, guerrero romántico de tiempos de antaño, todavía
Brillan tus ojos en el crepúsculo, enamorado luchador
De la vida y el espíritu, tu existir a la pureza de la aguas
Pertenece, lo sabes como tal y como sé que yo respiro,
Hermano eterno de los tiempos modernos, el futuro
Es nuestro: lo hemos cambiado, y lo seguimos cambiando.
El más grande Amor brilla y brilla en maravilla y maravilla
Entre los más grandes silencios que ocupan cada uno
De tu latir; tu perla es dulce, cálida y carmesí, sonríe
Inmortal y danza bajo la lluvia de las refulgentes notas
De Chopin, la magia existe, hermano, la magia existe.
Mago del alma y músico del corazón, caminas con los dedos
Y parlas con los pies, como quien conoce la companía
Del silencio, así, bailas todas las noches en las praderas
Más grandiosas de un sueño poco habitado, ¡pero oh...!
¡Cuán gratas son las companías en la nostalgia perenne
Límite análogo entre la mente y el espíritu, entre la coraza
Y la alucinación!, todo es real..., todo es real. F-antasía‼

Marcial, de belicoso y terso corazón, sagrado Hermano,
Luchador innato de las tierras sin tiempo, mágico,
Hablas con la sagrada perla en puño y lates con los labios,
Con los pies y con la mano, ¡piernas de acero!, romántico
Aguerrido, mil veces cálido y templado, suavidad de viento
Y de límpido mirar, a ti te canto, sí, sedoso y uniforme
Compañero de la vida abstracta y concreta cual del santo.
Invierno de junio y fuego del invierno, nuevas y en purismo
Han brotado tus lágrimas del marcescente, y allí están
Las coronas: después del sacrificio parpadean temblorosas
Un brillo eterno hasta lo eterno. Plácido y ligero será
El cantar de tu primerísimo último sueño, y allí estaremos,
Todos, como en los viejos tiempos en donde el tiempo
No era tiempo, donde la creación ya vislumbraba
Su Apocalípsis, así, hermanazo, acompañados hasta el
Fin último y primero de todos los principios, daremos comienzo
A la eternidad de todas las eternidades, siempre juntos,
Hasta ver la caída expresionista del postrero Eterno Retorno.

Mago, el cuarto de los tres reyes que se fugó
En sacra osadía para buscar la última Eternidad. Colega.
Compañero alma de cajita de bronce, corpóreo instante,
Dueño de todas las llaves invisibles, conocedor del idioma
De las sombras, amigo del día y de la noche, y de todas
Sus criaturas que viven y perecen bajo el canto supremo
Del sol y de la luna, sí, ese eres tú, mi más querido hermano,
Ese eres tú. Y te sonrío como una hiena que rebelde
Ha encontrado a su padre, bestia huérfana de las tardes
Más rabiosas, te observo y te miro sin llegar del todo bien
A creer, como la madre o el padre feroz que ha encontrado
A su hijo en el aquelarre de una indómita selva brasilera;
Años de hielo han pasado, y nuestro fugaz fuego sigue
Latiendo como el brillo de una Virgen que descansa
En los indescriptibles aposentos del Cosmos, sobre el lecho
Del firmamento mortal e inmortal, y siempre con la galera
Que sólo unos pocos a los ojos del Águila pueden ver.
Este es apenas un saludo eterno, y sé que lo sabes y que
Lo puedes ver, te doy la mano como dos dioses
Que se saludan antes de darle vida al nuevo amor,
Como contrincantes y amigos, nobles enemigos del Caos,
Y fantásticos y maravillosos y grandiosos amigos del Orden.
¿Para qué decir más?, te veo... cubres tu límpido rostro
De león con la palabra de Hermes bajo el cometa efímero,
Es pura pureza, con la dorada máscara de Agamenón, y,
Ardiente y vestido del Amanecer, te retiras hacia
Los desiertos, me saludas, y marchas... marchas. Es nuestro
(De todos y de ninguno) el rezo de las montañas de la India,
El meditar en los castillos de Persia, y, sobre todo...
La poesía de Sumeria y la infinísima Magia de la Mesopotamia.

Cinco estrellas, ulterior reflejo postónico, gualdo,
Colorido arco iris jamás visto, triatlón de la locura,
Colosal competencia de los hermanos, lúdico trial.
Colúbrido espíritu del alma, mies, versolaris, impromptu;
Columnas son cuatro, nobles, ilustres, primordiales: ¡sempiterno!

[Mujer de Espuma]

Un honor ser la primera en llegar a felicitarte por tu admirable trabajo, seré franca lo leí de corrido, pero mi intención es volver a "masticar" cada una de las imágenes que denotan tu talento innato, mi querido compañero.
Para muestra un botón como se dice, pero aquí hay una colección.
Respeto a tus letras Poeta...

Queta

[Juanita Reyes]

Kratilos, dejando mi huella por el valle hermoso de tus letras, place caminarlo confiado. Recibe mis aplausos fuertes

con mucho cariño

[Kratylos]

Muchas gracias por sus aportes. Es cierto que esta composición particular, nace de la escritura inconsciente en honor a la amistad. Lo cual, torna al lector en un desafío; que no sorprende su lectura de corrido, puesto que estos versos se encuentran casi jugando entre el límite de la poesía y de eso aquello otro que permanece oculto. La primera y última estrofa fueron técnicas, el resto sólo un fluir: intento no realizar esto a menudo: no soy partidario de quienes construyen poesía cual si construyesen un reloj, pero lo admito: es divertido. Pues al final, el poeta es sólo un niño.

[Romantyka]

Estimado Kratylos

Hoy también paso por lo suyo y si, saludo su presencia a través de estas líneas
que nos deja, las que expresan el sentir de su inspiración y por lo cual aquí dejo las huellas de mi paso...
Saluditos y que el Señor guíe su camino!

[Kratylos]

Gracias linda.