Tu silencio alimenta el deseo
que siento al recordar en mi piel
tus labios desnudos, inquietos,
en sigilo recorrer mi alma.
En tu silencio encontré
la parquedad del adiós,
esa mesura que clama,
y que habita en tu mirada.
Desnudé entonces tu silencio
con la sencillez de tus "no palabras"
con cada beso que depositabas
en la piel de mis ansias.
Vociferé a tu silencio
con mi desnudez en tu pecho
y en la lumbre de tu piel
te aprisioné sin palabras.