que la distancia
era infinita.
Que jamás
podría acortar
la lejanía de un corazón a otro
y simplemente
me perdería.
Que caería al primer intento
por buscarte más allá
de mi razón y sentimientos
y permanecería para siempre a la deriva.
Cuánta razón tenían:
Atrapado estoy en tu corazón
que palpita,
palpita conmigo adentro
para siempre
a la deriva.