De gris se pintó la despedida
cuando la vida rozó el olvido
y se enredó en la telaraña del adiós
arrasando sin piedad mi alma.
Rogar es símil
de una tarde de tormenta,
Y no amarte sería mi miseria
como un cuenco sin estrellas.
Dormir es desvanecerse
en el manto del engaño
para despertar sollozando
en el pozo de tu ausencia.
Pero no estaré sola
sucede que tu recuerdo me abraza
entre dimensiones me acompañas
y te siento aquí, flotando en mi alma.
sept 2015