Céfiro embebido en sus propias sombras
al tiempo expuesto a esa cruel distancia
en la esencia de esa tenue luz fundida
pasajera de mi vida, embarcada en mis sueños.
Vuelves envuelta en tu providencial gracia
sentimiento que a mi pecho exalta e inflama
es así, como al cielo mi vista encumbro
derramando una plegaria, a esta… mi bella realidad.
¿A quien perdona la bondad humana?
sin memoria, sin rencores…solo brota mi perdón
a estas fatigadas sombras que anulan mi realidad
abriendo ancho mis brazos, para recibir de ti… amores.
A esta nueva luz, de nuestra bella aurora
dejemos nuestras penas… dormir entre las peñas
donde entonan su canto de amor los ruiseñores
en amor nacido… en el alba, a esta plácida bonanza.
Hoy me entrego al fuego de tus púdicos amores
de ese amar al natural, que es la gran ciencia
lleno a esta pasión… sin nada, de esta inocencia
¡Si es así! No existe la memoria.
"Tienes mi perdón"
al tiempo expuesto a esa cruel distancia
en la esencia de esa tenue luz fundida
pasajera de mi vida, embarcada en mis sueños.
Vuelves envuelta en tu providencial gracia
sentimiento que a mi pecho exalta e inflama
es así, como al cielo mi vista encumbro
derramando una plegaria, a esta… mi bella realidad.
¿A quien perdona la bondad humana?
sin memoria, sin rencores…solo brota mi perdón
a estas fatigadas sombras que anulan mi realidad
abriendo ancho mis brazos, para recibir de ti… amores.
A esta nueva luz, de nuestra bella aurora
dejemos nuestras penas… dormir entre las peñas
donde entonan su canto de amor los ruiseñores
en amor nacido… en el alba, a esta plácida bonanza.
Hoy me entrego al fuego de tus púdicos amores
de ese amar al natural, que es la gran ciencia
lleno a esta pasión… sin nada, de esta inocencia
¡Si es así! No existe la memoria.
"Tienes mi perdón"
