
Tus entrañas reclaman el haber parido,
el cuerpo se desploma por el peso de vida,
lleva un sentimiento innato,
un cuerpo fuerte sostiene un hijo.
Un azote hasta sangrar, aparece en tu vida,
el amor incondicional, hace su entrada libre.
Sentimientos rebalsan tu alma,
los motivos, es un hijo.
Suave son las caricias, un látigo indiferente,
el corazón tortura y dejan un amargo sentir,
del amor y la ternura, del modo que se defina.
Es un premio, un milagro o un gran tesoro de vida,
el cuerpo lo sostuvo con firmeza, eso queda en el recuerdo.
frágil, emotiva, lloras la ausencia de tus hijos,
Pasa el tiempo, las entrañas,
reviven la parición de un ser nuevo,
con las manos arrugadas,
lo acaricio, beso con ternura.
No importa las fuerzas,
este amor nuevo se reafirma,
es la ley de la vida,
han llegado los nietos

THURQUEZA