La tristeza que me apremia…al ver a un niño sufriendo,
La dulzura que me embarga…al ver sus ojos riendo,
El sufrimiento de mi alma…al verlos tan indefensos,
El querer con un abrazo…abrigar su frágil cuerpo.
No hay duda que Dios vive en tu corazón mi querida Ceci por tan hermosos sentimientos que se desprenden de tu precioso compartir.
Que Él siga bendiciendo tu corazón generoso amiga linda.
Te quiero mucho.
Contigo siempre cerca...
Queta
