Los oceános y mares separan muchas cosas y a la vez unen otras, siempre hay riesgos de encontrarse tempestades que desvíen el curso de los destinos, mientras tanto la brisa continúa su camino.
El mar huele a romanticismo y seducción, quién es atrapado en el hace perder su imaginación navegando sus corrientes guiado por el viento y sintiendo en el rostro las tersas caricias de la brisa.