Me hacías falta,
y me he sumido en el sueño
para buscarte,
para recobrar la fuerza
que me prodiga tu mirada.
Inesperadamente,
me encuentro apurada sobre la nieve,
entre pinos escondidos y
avejentados, muriendo de frío…
Nunca había estado en ese lugar,
pero mi corazón me índica
latido a latido
que me lleva a estar contigo…
Se hunden mis pisadas, el viento
me convierte en un helado cuerpo,
casi no siento mi piel…Desfallezco.
¡Despierto...!
Me ha parecido ver tu sonrisa
como sol que calienta todo;
tu dedos, sobre mis labios
indicándome silencio...
Abro los ojos,
y saboreo
un terrón de sal en la boca…
26 Nov. 2008
(Mateo 5:13; Lucas 14:34)